AMPB: «El MGT nos permite desarrollar soluciones que pueden inspirar a otros donantes»

MGT, 24 de mayo, 2023.- Cada propuesta formulada por los territorios piloto del Mecanismo de Gobernanza Territorial (MGT), además de compartir criterios comunes, tiene su propia particularidad y responde a situaciones enmarcadas en su realidad.

En el caso de los dos territorios piloto que forman parte de la Alianza Mesoamericana de Pueblos y Bosques (AMPB), sus acciones priorizadas apuntan a atender aspectos clave de gobernanza como la seguridad jurídica territorial.

Sobre esta base se abren posibilidades de fortalecer temas como la gobernanza forestal y cultural, y temas específicos como el ecoturismo, la seguridad alimentaria, la economía indígena, entre otros.

Si bien la seguridad territorial se encuentra en el centro de las preocupaciones, los temas específicos complementarios buscan mejorar las condiciones para ejercer una gobernanza integral por parte de los pueblos indígenas y comunidades locales (PICL).

Todo ello se encamina a través de las prioridades del territorio y aquellas estrategias orientadas al acceso a fondos climáticos, tal como lo explica Marcio Halla, director del Mecanismo de Gobernanza Territorial (MGT).

«Todos sabemos del rol que tienen los PICL para mantener el bosque en pie con su gobernanza territorial y garantizar de esta manera el control y el equilibrio climático», afirma Halla.

Los territorios seleccionados

Para conocer más de estas experiencias, tomamos contacto con la AMPB y sus líderes vinculados al proceso.

Así, en el caso de sus territorios elegidos: Nairi Awari (Costa Rica) y Comarca Guna Yala (Panamá), se tomaron en cuenta para su elección criterios previamente discutidos a lo interno.

«Ambos territorios han sido reconocidos por los estados como territorios indígenas. Asimismo, ya existía en ellos un proceso tradicional de gobernanza» destaca Deborah Sánchez, punto focal técnico para los territorios piloto por la AMPB.

“En términos de políticas públicas, existe un reconocimiento de los derechos de los pueblos en ellos» agrega Sánchez.

Es decir, se trata de experiencias de gobernanza que mantienen sus procesos de elección de autoridades de modo tradicional, en función a su cultura, donde se conforman asambleas de las comunidades y eligen de manera ancestral.

«El caso de la AMPB es un referente de éxito en gobernanza territorial. Por ejemplo, los Guna tienen una estructura organizativa, un congreso general muy activo y un sistema de toma de decisiones basado en su cultura propia”.

Así lo enfatiza Marcio Halla, quién indica que la experiencia de los Guna “tiene dinámicas muy interesantes y mucho que enseñar a los otros territorios piloto».

A continuación, se detallan estas experiencias piloto del ámbito mesoamericano:

Territorio Nairi Awari

El territorio Nairi Awari se ubica al norte de Costa Rica, y se caracteriza por su alta cobertura boscosa, así como por su elevada conservación cultural a través de su lengua, tradiciones y prácticas ancestrales, manteniendo una cosmovisión propia.

Sus comunidades -cuya población indígena es cabécar- se encuentran aisladas, no habiendo casi accesos terrestres a través de carreteras. Nairi Awari está afiliada a la Red Indígena Bribrí-Cabécar de Costa Rica (RIBCA), organización integrante de la AMPB.

Pese a que el territorio Nairi Awari está reconocido por el estado como territorio indígena, existen comunidades, parte de su territorio ancestral, que quedaron fuera de este reconocimiento.

Ante ello, la acción piloto impulsada desde el MGT buscará desarrollar acciones para favorecer la recuperación de estas tierras.

«Lo que se espera con esta iniciativa en el marco del Mecanismo de Gobernanza Territorial es resolver cómo originamos el apoyo técnico y legal que le permita al liderazgo de Nairi Awari incidir en el gobierno”.

«Ello implica generar la información y base suficiente para la incidencia y lograr que esta parte del territorio que hoy está fuera sea reconocida», sostuvo Sánchez.

Resolver este problema posibilita el acceso de estas comunidades a los beneficios ambientales del estado, sin embargo, actualmente no pueden demostrar la tenencia de sus tierras.

Asimismo, esta exclusión las expone a conflictos territoriales como las invasiones para la explotación maderera o para la creación de fincas ganaderas por foráneos.

Por ello, en este escenario, es primordial generar una seguridad jurídica que resguarde al territorio frente a estas amenazas.

Comarca Guna Yala

La Comarca Guna Yala se ubica en Panamá. Sus bosques cubren el 85 por ciento de su territorio y es habitada por el pueblo Guna. Su máxima organización representativa es el Congreso General Guna (CGG).

«Entre los seis territorios piloto, los Guna son los que están más estructurados, tienen una gobernanza muy fuerte y un instituto propio de ellos, que es una oenegé que busca fondos y ejecuta proyectos», detalló Marcio Halla, director del MGT.

Con la pandemia del COVID 19, la economía de los Guna se vio fuertemente afectada, ya que el turismo, actividad primordial para ellos, quedó seriamente reducido.

Esta situación hizo que se replanteen acerca de sus fuentes de subsistencia propia, con miras a una auto  sostenibilidad, para que ninguna nueva crisis los afecte.

«El objetivo del proyecto es fortalecer los cultivos permanentes, no solo con miras a la seguridad alimentaria, sino también al fortalecimiento de la economía», explicó Jorge Andreve, facilitador local para la Comarca Guna Yala.

Y ello se refiere específicamente a cultivos permanentes como el coco, que sirve como un producto de intercambio para adquirir otros productos, pero también sirve para la captura de carbono.

Asimismo, el coco tiene además una importancia en la comida típica de los guna, impactando esta acción no solo en lo económico sino también en lo cultural y fortaleciendo la seguridad alimentaria.

«Se va a generar esta propuesta con la intención de fortalecer de manera directa e indirecta la gobernanza territorial de la Comarca Guna Yala», remarca Andreve.

Y aclara: «no solamente en el marco forestal, sino también en el marco del turismo, de la seguridad alimentaria, en donde nosotros podemos seguir construyendo».

Escalamiento

Si bien esta vez las iniciativas nacen a partir de pequeños fondos semilla, esto permitirá colocar en vitrina estas propuestas, incrementando sus probabilidades de escalamiento y de acceso a fondos mayores.

“Esta iniciativa es también una oportunidad para aumentar la experiencia de las comunidades en el manejo de fondos, desarrollar más capacidades y acceder a estos recursos en otras instancias”, explicó Sara Madriz, punto focal político.

Así fue el caso, por ejemplo, para el territorio Nairi Awari, seleccionado recientemente por la iniciativa BASE (Building Approaches to fund local Solutions with climate Evidence) entre más de 70 propuestas a nivel del sur global.

Los fondos de BASE se destinan a la mitigación y adaptación al cambio climático.

«Creemos que esta experiencia de los territorios piloto del MGT nos permitirá desarrollar soluciones internas y propias que podemos manifestar y que pueden inspirar el apoyo de otros donantes», puntualizó Deborah Sánchez.




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